Estos individuos cósmicos son un pilar fundamental para los musulmanes. Cumplen diversas funciones en servicio de Dios, como por ejemplo introducir el alma en el cuerpo de los infantes cuando aún no han sido dados a luz y recoger, las alma de los fallecidos. Para que una hoja crezca es necesaria la presencia de siete ángeles, uno de estos seres acompaña cada gota de lluvia que cae: el mundo solo funciona gracias a los ángeles, individuos creados por Dios a partir de la luz. Ellos alaban constantemente sin descanso a sus Señor, además, conocen cada uno de los secretos de la naturaleza y de la vida.
La religión musulmana considera que son los Ángeles quienes se encargan de registrar las acciones buenas y malas que realizamos en la tierra. Según está religión, cada ser humano está flanqueado constantemente, por dos espíritus, uno a la izquierda, llamado Rahkib y otro a la derecha, llamado Athïb, ambos escriben permanentemente los hechos que realizamos. Sin embargo, si efectuamos un acto reprobable, gracias a su intercesión tendremos seis horas de plazo para repararlo y conseguir el perdón divino.
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