El perdón no es algo que solo se dice, como gesto.
El perdón surge de un acto, una acción.
Perdonamos para abrir nuestro corazón, debemos perdonar para sanar nuestro corazón.
Perdonamos las acciones de esta vida, así como la de otras vidas.
Cuando realmente perdonamos, lo hacemos desde nuestro interior, como acto, como acción, el perdón puede ser doloroso, pero también es un acto de liberación.
Perdono y me perdono.
Abro mi corazón y lo sano.
Stella Maris Leone Geraci
Armonizadora Angélica